Hace poco, aproveché mi viaje a Francia para comprarme nuevos libros sobre el tema. Uno de ellos se publicó hace algunas semanas y ha tenido muy buena reputación: « 100 idées pour accompagner les enfants à Haut Potentiel » (« 100 ideas para acompañar a los niños con altas capacidades »).

El libro se compone de tres partes que se complementan. Cada una de las tres partes se dirige a un público más específico: a los padres, a los profesores y, lo que es menos habitual, a los terapeutas. 

El buen resultado se debe también a que cada una de las partes fue escrita por diferentes expertos en su campo. La primera fue escrita por Roberta Poulin, madre de niños con altas capacidades y codirectora de una asociación para AACC. La segunda parte, que trata más bien de la pedagogía en clase, fue escrita por Doris Perrodin-Carlen, una profesora y coach para niños con AACC con fracaso escolar. Finalmente, la última parte, que se dirige más a los terapeutas, fue escrita por Olivier Revol, psiquiatra infantil, especialista de los AACC. 

No obstante, obviamente, cada categoría de lector podrá apropiarse fácilmente de las ideas de las otras categorías si es necesario. Es un libro accessible a todos. En mi caso particular, de las 100 ideas, decidí rescatar 19 para compartirlas con vosotros. Aquí están. 

Es muy frecuente constatar que los 5 sentidos están muy desarrollados en las personas con AACC, ya sean niños o adultos. Esta característica se llama hiperestesia. Es muy importante no subestimarla, ni considerarla como la expresión de caprichos porque a veces la hiperestesia cuando es intensa se convierte en handicap. 

Ejemplos: 

• Rascarse porque el tejido de la ropa le pica, lo cual le impide estar atento. 
• La luz demasiado intensa provoca dolor de cabeza.
• Aversión hacia cierto tipos de texturas y hacia ciertos tipos de alimentos (el carne, la gelatina o alimentos de un cierto color). En estos casos, obligar al niño no es la buena actitud porque no resuelve nada. 

Dar sentido a todo es algo que cansa mucho a los padres sin embargo es esencial. El niño con Altas Capacidades detecta rápidamente las debilidades educativas, sobre todo si los padres no imponen las mismas normas. Es capital hacer entender al niño que no puede ganar siempre, que no todo se negocia, como por ejemplo la hora de dormir o el momento de los deberes. Por eso, es mejor privilegiar frases cortas, claras y sin ambigüedad. Para el niño con Altas Capacidades siempre será un placer negociar una y otra vez, cada vez que el padre o la madre formule una argumentación débil.

¡NO se debe decir al profesor durante la primera semana de la vuelta al colegio que el niño tiene altas capacidades! Es indispensable dejar tiempo suficiente para que el profesor y el niño se conozcan y para que el profesor descubra el niño en su totalidad.  Un diálogo será siempre constructivo si el profesor tiene benevolencia.

Por otra parte, no se aconseja dejar un informe en la escuela porque los profesores no tienen las competencias para analizar el resultado. Se debe entonces explicar el modo de funcionamiento del niño y eventualmente dar algunos  consejos pedagógicos. No obstante, siempre se deberá estar atento a lo largo del año.

Se debe dar un feedback positivo al profesor como por ejemplo decirle "mi niño apreció mucho esta actividad" lo que hará que el profesor se implique aún más en la pedagogía especifica del niño con Altas Capacidades (porque los profesores tienen en clase muchos alumnos con perfiles heterogéneos y no es siempre fácil gestionar eso).

El niño superdotado a menudo tiene miedo al fracaso. Prefiere no hacer las cosas antes hacerlas mal, porque muy a menudo es un perfeccionista extremo. Enseñarle a perseverar frente a la dificultad y sobre todo acompañarle en este esfuerzo es primordial, ¡Lograr algo difícil es la esencia misma de la confianza en si mismo!

Por esta razón, en los niveles básicos (infantil y principio de primaria), acelerar al niño al curso superior es una buena solución. Le da un reto y lo acostumbra a esforzarse y trabajar. 

También es importante que los padres den el ejemplo, perseverando en actividades que no son sencillas para ellos.

Primero, los padres deben aceptar las emociones del niño (miedo, rabia, disgusto, tristeza, alegría, sorpresa etc) sin juzgar y, como lo aconseja Jeanne Siaud-Facchin, evitar respuestas como « no tienes ningún razón para llorar » o « no es grave ». 

Si tiene dificultad para expresar sus sentimientos, se le puede decir lo que experimentamos nosotros para ayudarlo a identificar sus propias emociones. Es preferible utilizar el « yo » más que el « tu » y decirle «siento que estas enfadado ». 

Otra herramienta para aprender a gestionar las emociones es la meditación de conciencia plena. 

A menudo los niños con Altas Capacidades no cuentan sus preocupaciones a nadie. Prefieren intentar arreglar las cosas ellos mismos y cuando no lo consiguen, tienden a conteneserse hasta que la situación los sobrepasa.  

Es muy frecuente que las chicas oculten sus problemas e intenten sobreadaptarse en detrimento de su personalidad. Durante la adolescencia sus problemas surgen causando una gran sorpresa general ya que parecían tranquilas. 

Estos niños tienden a proteger a sus padres y a las personas que quieren. Por eso, a veces, asumen problemas demasiados grandes para ellos. Una relación con una tercera persona (un psicólogo, un abuelo, una enfermera escolar) puede ser útil. El niño podrá hablar de todo lo que tiene en su corazón. Se le podrá explicar que ciertas cosas deben ser arregladas por los adultos y no ellos. Es importante restablecer los papeles de cada uno. Es el papel de los adultos proteger a los niños y no al contrario. 

Si el profesor ignora las capacidades intelectuales de su alumno, si no le reconoce como alumno superdotado, entonces esperará de él sólo actuaciones mediocres. El profesor limitará inconsciente el potencial del alumno: es lo que el psicólogo Jean-Charles Terrassier llama el «efecto Pigmalión negativo».

Algunos criterios para guiar al profesor para detectar a un niño con Altas Capacidades: 

• el niño pregunta mucho.
• el niño tiene muchas ideas originales y tiene un razonamiento por asociación de ideas.
• tiene buen sentido de la observación.  
• memoriza rápidamente.
• tiene muchos centros de intereses o actividades escolares. 

Por tener una edad mental avanzada con respecto a sus compañero, el niño superdotado puede tener dificultades de integración. En esta situación, que un compañero convierta en su « guía » podría ser una buena solución. Por ejemplo, esperarle en la puerta de la escuela podrá aminorar el sufrimiento en caso de fobia escolar y motivarlo a seguir yendo a la escuela. 

Esta es una herramienta eficaz porque el alumno crea el mapa en función de sus asociaciones de ideas (ya os hablaba de ella en mi pequeño post «secretos de psicólogos»). Estos mapas permiten una representación no lineal de la información y visuailzar sus ideas con un modelo de arbolescencia, lo que es una manera de pensamiento típico para una persona con altas capacidades.

Ejemplo:

El niño con Altas Capacidades piensa más rápidamente que escribe por lo que puede escribir con mala caligrafía o ortografía e incluso olvidar palabras en la oración. 

Tomar notas es algo generalmente difícil para el niño con Altas Capacidades porque tiene dificultad para seleccionar la información y todo le parece importante, por eso trata de escribirlo todo. En otras ocasiones, no escribe nada creyendo que lo recordará,  entonces casi no tiene apuntes para las revisiones. 

Los superdotados adoran las metáforas. Estimulan su creatividad, le permiten ganar tiempo en su comprensión y activan su sentido del humor. 

Es esencial explicarle al niño superdotado su funcionamiento cognitivo. El pensamiento en arbolescencia es típico en estos niños. Este tipo de pensamiento está poco adaptado al sistema escolar. Además, ellos creen que la mayoría de los alumnos piensan de la misma manera y sobre todo los que son considerados malos alumnos. 

Darle una explicación científica le tranquilizará. Explicarle que existe el razonamiento analítico y el pensamiento analógico da un sentido a las dificultades escolares. Eso le permitiera quitarle mucho peso porque a menudo se le etiqueta como niño vago. Entender su funcionamiento le permitirá buscar estrategias para aprovechar de sus capacidades de razonamiento.

El niño con Altas Capacidades cuenta fácilmente que ha tenido intuiciones que se han verificado. Si  bien algunas no son graves (notas en un examen), otras son más preocupantes (divorcios, catástrofes naturales, atentados terroristas) y les afectan con mayor intensidad. Se le debe explicar que no hay nada mágico, sino que eso está relacionado con su facilidad para entender y descifrar inconscientemente las emociones y la atmósfera del entorno.

La ansiedad de los niños con Altas Capacidades se organiza a menudo en TOC: rituales gestuales (como lavarse las manos, verificaciones) y mentales (repetir palabras o números). Es necesario explicarle el origen de los T.O.C y en qué le son útiles. Se debe insistir sobre el hecho de que son leves. Se puede ayudarle a buscar en él recursos para vencer a sus enemigos interiores: sofrología, relajación, meditación de conciencia plena…

Estadísticamente existe otro niño AACC en su clase. Proponerle buscarlo o más bien buscarla porque a menudo será una chica que consiguió adaptarse. Una vez encontrada, proponerle utilizar este otro AACC como guía para ir hacia los demás. 

A los niños les gustan reconocerse en las novelas para identificarse y no les gustan los libros sin empatía. Se le puede proponer leer novelas cuyo protagonista es un héroe superdotado

En conclusión, este es un excelente libro porque trata de manera global la realidad de los niños con AACC. Su objetivo principal es ayudar y dar herramientas, permite afrontar mejor el día a día, con temas que no se suelen tratar en los otros libros, como por ejemplo las particularidades alimentarias.  

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